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Iniciativas frente al coronavirus: la experiencia de Gorabide

[:es]Este articulo habla de la asociación Gorabide.

Explica cómo ha organizado su Servicio de Tiempo Libre,

Orientación e Información

y el Servicio de Viviendas y Residencias.

  

En el Servicio de Tiempo Libre las voluntarias han contactado

con  todas las personas que participan en sus clubs

y han organizado diferentes actividades virtuales.

 

Desde el Servicio que ofrece información, orientación y apoyo

también han llamado a todas las personas

para interesarse por su situación

y darles apoyo.

 

En sus viviendas y residencias han tenido que organizar todo

para evitar los contagios.

 

Ha sido una situación  muy complicada.

Por eso, Gorabide valora mucho el esfuerzo de  los profesionales,

de las personas con discapacidad intelectual

y de las familias.

[:eu]

Artikulu honek Gorabide elkarteari buruz egiten du berba.

Bere Aisialdi, Orientazio eta Informazio

Zerbitzuak eta Etxebizitza eta Egoitza Zerbitzua

zelan antolatu dituen azaltzen du.

  

Aisialdi Zerbitzuan, boluntarioak bere taldeetan

parte hartzen duten pertsona guztiekin jarri dira harremanetan,

eta hainbat jarduera birtual antolatu dituzte.

 

Informazioa, orientazioa eta laguntza

ematen duen Zerbitzutik ere pertsona guztiei deitu diete,

euren egoeraren aurrean interesa erakusteko

eta laguntza emateko.

 

Bere etxebizitzetan eta egoitzetan dena

kutsadurak saihesteko antolatu behar izan dute.

 

Oso egoera konplikatua izan da.  

Horregatik, Gorabidek asko baloratzen du

profesionalen, adimen urritasuna duten pertsonen

eta familien esfortzua eta ahalegina.

[:]

Hace apenas dos meses el COVID-19 ponía a las organizaciones ante un escenario inimaginable. Desde entonces, y para afrontar este desafío, las entidades miembro de FEVAS han trabajado contrarreloj con el objetivo de que el apoyo a las personas con discapacidad intelectual y a sus familias se resintiera lo menos posible. Es el caso de Gorabide, que en tiempo record reorientaba la organización y su sistema de apoyos en los Servicios de Tiempo Libre, Residencias, Viviendas y BBK SAIOA GORABIDE, que proporciona acogida, información, orientación y apoyo constante.

Reorientación de Servicios y apoyos

“En el Servicio de Tiempo Libre el voluntariado se implicó desde el primer minuto en mantener la relación con las personas usuarias, pero hace dos semanas lo estructuramos todo para que las actividades programadas pudieran desarrollarse a través de plataformas como Zoom y mantener los horarios”, señalan desde la asociación. Esta orientación ha implicado que su voluntariado conectara, a través de teléfono, WhatsApp o mail, con las más de 600 personas con discapacidad intelectual que participan en las diferentes opciones de ocio organizadas en sus 19 centros de ocio. De esta forma, han podido retomar online parte de la actividad planificada, por ejemplo, las personas que practicaban alguna actividad deportiva tienen la posibilidad de conectarse con un monitor para hacer deporte o las que cantaban en el coro pueden ensayar con su profesor. Además, esta situación está haciendo proliferar nuevas iniciativas, desde citas para hacer pintxo-pote, a concursos de chistes o de disfraces para los más pequeños. “Las personas que no pueden acceder a estas actividades por no disponer de la tecnología necesaria también van a estar conectadas por una llamada telefónica o por video llamada al móvil”, apuntan, ya que lo esencial es mantener con todas las personas algún tipo de conexión.

En lo que respecta al Servicio BBK SAIOA GORABIDE, desde que se decretó el estado de alarma la prioridad ha sido mantener la atención. ”Trabajadoras sociales, psicólogas, psicólogos, psiquiatra, especialista infanto-juvenil y la administrativa han estado desde el inicio a total disposición de las familias y personas con discapacidad intelectual respondiendo a sus demandas, y llevando a cabo acciones proactivas de seguimiento y apoyo”, explican desde Gorabide. A través de contacto telefónico, reforzado mediante correo electrónico, y en algún caso por video conferencia, se han comunicado, al menos quincenalmente o en más ocasiones si ha sido preciso, con todas las familias de personas usuarias de Centros de Día, del servicio Infanto-juvenil y las que estaban en apoyo psicológico o médico psiquiátrico. Además, las trabajadoras sociales han contactado con las familias que podían estar en situación de vulnerabilidad o las que se encontraban a la espera de algún servicio de la entidad, entre otras. En definitiva, en una primera fase, han dado apoyo y trasladado su cercanía a las más de 800 familias que constituyen los anteriores grupos de interés prioritario, y han reforzado la comunicación vía correo electrónico con las 4.000 familias de la entidad de las que tenían este contacto para informar del Servicio y de cómo proceder en caso de urgencia.

En términos generales, han encontrado un buen ajuste en las familias y en las propias personas con discapacidad intelectual. “Nos han vuelto a demostrar la enorme capacidad de adaptación, incluso aquellas que tienen más necesidad de apoyo”, describen desde la entidad.

Una apreciación que coincide plenamente con lo que se percibe en las 11 residencias y 10 viviendas que gestiona Gorabide, y que por tener la consideración de servicios esenciales han permanecido abiertas. Su reto en esta coyuntura era “reorientar la organización y el sistema de apoyos en clave de prevención de contagios”. Algo muy complejo que ha implicado, entre otras acciones, reforzar plantillas, dotarlas de nuevas competencias y explicarles la situación; aplicar rigurosamente las indicaciones de las autoridades competentes; y un importante flujo de comunicación con los médicos de atención primaria de los personas usuarias y con el Servicio de Epidemiología. “Según detectábamos posibles contagios se acudía a los servicios sanitarios para solicitar orientación y aplicar los protocolos establecidos”, detallan.

La asociación tampoco ha sido ajena a la dificultad para disponer de EPI, por ello desde el comienzo de la pandemia una persona ha estado encargada de su compra, y también diseñaron una logística de distribución a los centros. Con las que adquirían por su cuenta y el abastecimiento progresivo de material por parte de la Administración y Osakidetza han podido garantizar las condiciones de seguridad  del personal y de las personas residentes.

Despliegue efectivo y aprendizajes

Con todo, Gorabide ha podido amortiguar el impacto de esta crisis. “Hemos trabajado mucho y  bien, aunque ha sido muy complicado”, matizan. “En ese sentido, es digno de elogio y agradecimiento el esfuerzo y la implicación de más de 350 profesionales de atención directa que desarrollan su trabajo con una actitud impecable en una silenciosa primera línea de apoyo a las personas con discapacidad intelectual”, destacan. Ahora, la situación es más esperanzadora porque ven que lo desplegado ha servido, aunque siguen sin bajar la guardia y ya estudian las medidas a tomar en la desescalada.

De esta crisis, Gorabide se queda con el aprendizaje de que es posible complementar la atención presencial con la telemática; con el nuevo marco para la colaboración que han propiciado aplicaciones como Zoom o Skype; y, fundamentalmente, con el compromiso, comprensión y colaboración de profesionales, familias y personas con discapacidad intelectual. “Como organización, una enseñanza potente es la capacidad que hemos tenido de hacer un frente común a una situación insólita en la historia reciente de la humanidad. Todas las personas de la entidad lo hemos dado todo para salir adelante, y esto tiene un valor enorme que tenemos que ser capaces de perpetuar para ser una sociedad más fuerte” concluyen.

Foto cedida por Gorabide

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