Plena inclusión aplaude la aprobación de la “Estrategia estatal para un nuevo modelo de cuidados en la comunidad. Un proceso de desinstitucionalización (2024-2030)”, porque puede contribuir a favorecer la transformación de los sistemas de apoyo y cuidado que se ofrecen a las personas que viven situaciones de dependencia, vulnerabilidad o exclusión.
Este cambio hacia un nuevo modelo de cuidados implica también reformar la Ley de Dependencia garantizando la continuidad de proyectos que ponen en el centro la vida independiente y los apoyos en la comunidad a las personas con discapacidad intelectual. Sin embargo, preocupa la fragilidad de la financiación y la rigidez normativa, porque se convierten en obstáculos para un proceso transformador, que se enmarca en mandatos internacionales.
Para nuestro movimiento asociativo uno de los retos estratégicos está relacionado con asegurar que el proyecto de vida de cada persona esté conectado con su entorno social de referencia. Algo que en la práctica supone garantizar el derecho básico a una vida digna, elegida y en el contexto al que cada persona pertenece, con los apoyos necesarios.