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“Las asociaciones debemos trabajar abiertas a la sociedad”

Hemos entrevistado al director de la asociación Atzegi, Mitxel Lakunza.

Mitxel habla de la reflexión que han hecho

por el 60 Aniversario de la asociación.

En esta reflexión han participado más de 300 personas,

de Atzegi y de otras organizaciones.

Para Atzegi estas opiniones son muy importantes

porque les ayudan a decidir qué hacer en los próximos años.

 

Estas personas opinan que Atzegi debe trabajar más todavía con la sociedad,

con asociaciones culturales, con empresas…

También creen que se ha avanzado mucho en empleo y ocio

y que hay que mejorar en educación y en vida independiente.

 

Estas personas valoran muy bien el trabajo de Atzegi.

Creen que ha servido para que la sociedad

conozca mejor a las personas con discapacidad intelectual

y todo lo que aportan.

 

Además, Mitxel habla de la experiencia de Atzegi

en relación a la participación de una persona con discapacidad intelectual

en su Junta Directiva.

Dice que hay que dar pasos para promover la participación,

pero que las cosas hay que hacerlas bien

para evitar que se desanimen.

Mitxel Lakunza, director de Atzegi (Asociación Guipuzcoana en favor de las personas con discapacidad intelectual)

Atzegi ha presentado recientemente el resultado de una reflexión estratégica que inició en 2020, en el marco de la conmemoración de su 60 aniversario. Este proceso, en el que han participado 326 personas, ha sido especialmente valioso para definir prioridades estratégicas de cara a los próximos 10 años y ver con más nitidez cómo posicionarse en el entorno. En este punto, Lakunza señala que “las entidades debemos seguir trabajando cada vez más abiertas a la sociedad, salir de la discapacidad e intensificar la relación con el Tercer Sector y con otros agentes”.

Atzegi fue una de las asociaciones pioneras en el Estado, ¿qué hitos han sido los más relevantes desde su creación?

En la celebración de nuestro 50 Aniversario ya pusimos en valor la importancia de que las familias se juntaran y lo logrado hasta aquel momento. Conviene recordar que entonces sus hijos e hijas estaban “escondidos” en casa y que casi no tenían derecho a salir a la calle. Esa unión de las familias logró dar visibilidad a una realidad y ganar terreno en derechos: en principio a la educación y luego otros como el trabajo, la vivienda, el ocio o la participación.

Recientemente habéis presentado el resultado del proceso de reflexión, ¿qué destacarías de éste?

Aunque cumplimos los 60 años en 2020, arrancamos en diciembre de 2019. Ha sido un proceso muy participativo que nos ha llevado casi dos años de trabajo y en el que hemos implicado a 326 personas.  Con ellas hemos pensado sobre lo más relevante acontecido en los últimos 10 años y hemos identificado nuestros principales retos. Todo se ha plasmado en el documento “Horizonte 2030. Prioridades estratégicas y líneas de actuación de Atzegi”, que presentamos el diciembre pasado a la sociedad guipuzcoana.

Ha sido una experiencia muy interesante porque, además de contar con personas con discapacidad intelectual, familias, profesionales y voluntariado de Atzegi, hemos hecho un esfuerzo por incorporar la perspectiva externa. Hemos preguntado a 25 entidades, organizaciones y empresas del entorno, incluso a algunas sin vinculación directa con el Tercer Sector. Creemos que Atzegi está dentro de la sociedad, por tanto, ésta también puede tener su opinión sobre nosotros.

Según todas esas personas, ¿en qué ámbitos se ha progresado más en la esta última década?

Consideran que los logros más evidentes se han producido en empleo y en ocio. En el empleo señalan que las personas con discapacidad están más presentes en entornos ordinarios y que se han ampliado sus oportunidades, incluso los centros específicos se han diversificado y hablan de itinerarios laborales. También el ocio ha cambiado, ahora hay más grupos y más reducidos, se tienen en cuenta las edades y los gustos de cada persona.

Sin embargo, apuntan un estancamiento en dos áreas: educativa y vida independiente. En relación a la educación subrayan, por ejemplo, la falta de una oferta personalizada en Secundaria. Sobre vida independiente señalan que hay que mejorar la oferta de viviendas, seguir dando pasos hacia un modelo de viviendas más pequeñas y mejorar los apoyos para que las personas con discapacidad intelectual puedan vivir de forma independiente en su casa.

A todas estas cuestiones debemos dar respuesta en nuestro plan de gestión con propuestas concretas. Hemos definido 9 horizontes -vivienda y vida independiente; educación; empleo; ocio; derechos; nuevas necesidades; apoyo a familias; participación social, sensibilización y voluntariado; y movimiento asociativo, equipo profesional y modelo de gestión-  coherentes con lo que nos ha dicho nuestra base asociativa y los agentes externos.

¿Cómo os ven esos agentes externos? 

Además de consultar al Tercer Sector, hemos preguntado a Kutxabank, la Real Sociedad, al Basque Culinary Center, etc. Todas nos han agradecido la visibilidad que damos a las personas con discapacidad intelectual y que les hayamos cambiado la mirada, porque ahora son más conscientes de lo que éstas aportan a sus entidades y a la sociedad. Programas como “Gure Txanda”, que fomentan el voluntariado entre las personas con discapacidad intelectual, han hecho mucho por superar esa idea de que solo somos receptoras, de apoyos, de subvenciones…

Es muy importante salir de nuestro entorno y saber cómo nos ven.  A veces creen que vivimos en nuestro propio mundo y no es así, nuestro mundo es el mismo.  Tenemos que formar parte de la sociedad en todos los aspectos. En general, tienen una imagen de Atzegi como una organización muy activa, con capacidad de movilizar a la ciudadanía, participativa, inclusiva, de gente implicada… Algunas entidades nos sugerían ser motor de cambio más allá del ámbito de la discapacidad intelectual, hacer de nexo de unión entre diferentes entidades y revitalizar el conjunto del tejido asociativo. Nos sitúan en un lugar muy importante y esto es una gran responsabilidad, nos debemos poner al servicio de la sociedad. Las asociaciones debemos seguir trabajando cada vez más abiertas a la sociedad, salir de la discapacidad, romper esa barrera, e intensificar la relación con el Tercer Sector y con otros agentes.  Esto nos enriquece.

Atzegi también ha sido precursora en la incorporación de las personas con discapacidad intelectual a su Junta Directiva, ¿cómo es vuestra experiencia?

En nuestro caso, esta persona tenía un rodaje porque participaba en una de las Comisiones de zona. Al principio tenía apoyo de una persona para preparar las reuniones, ahora ya no. Su participación en estos órganos es importante porque su opinión es valiosa y también porque nos ayuda a pensar para quién trabajamos. Las asociaciones debemos ir dando pasos en esta línea, pero debemos hacerlo bien, no se trata de cumplir un número o un expediente. No es fácil, porque deben disponer de información, saber cómo gestionar estos temas y es mucha responsabilidad. Todo esto hay que tenerlo claro para que su participación sea real. Hay que darles herramientas para evitar que accedan y que luego se desanimen porque no entienden o no se sienten útiles.

Foto cedida  por Mitxel Lakunza

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