Bajo el epígrafe “Sembramos inclusión”, FEVAS ha recopilado buenas prácticas desarrolladas por sus entidades asociadas con el objetivo de poner en valor el decisivo papel que el movimiento asociativo y las propias personas con discapacidad han tenido en la construcción de una sociedad más inclusiva. Una de estas experiencias transformadoras es la campaña “Gure txanda da” de Atzegi, que reivindica el papel de las personas con discapacidad intelectual como voluntarias. Susana Velasco, Naiara Blanco y Maite Etxaide nos explican los detalles.
Desde 1973 esta asociación de Gipuzkoa lleva a cabo una campaña anual de sensibilización para reforzar sus mensajes en la sociedad y reclamar los derechos de las personas con discapacidad intelectual. En 2017 lanzó “Atzegi xperience” para solicitar personas voluntarias, y se sorprendieron de que a esa llamada respondían algunas personas con discapacidad. “Había muchas personas de Atzegi que querían hacer voluntariado, por ello en la campaña de 2018 pusimos el foco en esta reivindicación con el lema ´Gure txanda da” (Ahora nos toca a nosotros), ´. Queríamos impulsar el acceso al voluntariado de las personas con discapacidad intelectual”, expone Susana. A este objetivo sumaron otro dirigido a sensibilizar a las entidades, fundamentalmente organizadoras de eventos deportivos, para que dieran una oportunidad a los voluntarios y voluntarias con discapacidad intelectual.
Algunos datos de esta acción de sensibilización reflejan el impacto alcanzado: 158 participantes, 512 solicitudes o puestos cubiertos de voluntariado y presencia en más 40 eventos, desde la recogida de alimentos con el Banco de Alimentos a carreras populares como Lilaton, Ehunmilak o San Silvestre.
Naiara es una de las voluntarias que pone cara a esta campaña. “En el banco de Alimentos me motiva ayudar a la gente que lo necesita; he colaborado en la Lilaton dando bocadillos; con la Real Sociedad repartiendo en el campo de fútbol de Anoeta cajitas para recoger las cáscaras de pipas que luego sirven para hacer compostaje; y también he colaborado con Gipuzkoa Solidaria para enseñar el trabajo de Atzegi”.
Un pilar fundamental en todas estas acciones solidarias son las familias, Maite es una de las madres involucradas. “Es muy satisfactorio ver cómo disfrutan, ver su implicación, cómo solucionan los problemas que pueden surgir y la voluntad que ponen. Por ejemplo, en la Behobia- San Sebastián, llegan las corredoras y corredores exhaustos y los chicos les entregan la medalla, les aplauden, les abrazan. Yo he acudido a muchos eventos y en todos me lo he pasado genial”, dice, animando con sus palabras a otras familias. “Creo que las familias tenemos que apoyar a las asociaciones y a los chicos en estos proyectos, porque sin nosotras no pueden participar”.
Sin duda, a través de estas campañas la sociedad avanza en inclusión y, como afirma Susana: “No hay nada más inclusivo que devolver a la sociedad lo recibido”.