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“Prácticamente lo último que se revisa a las personas con discapacidad intelectual es la vista», Antonio C. García Ruiz

Hemos entrevistado al presidente de la asociación Abre sus Ojos.
Esta asociación trabaja para mejorar la salud de los ojos
de las personas con discapacidad intelectual
y de personas que pueden estar en una situación vulnerable.

En esta entrevista Antonio habla de cómo surge esta asociación
y de su proyecto “Ven y Verás”.
Este proyecto se hace cada año en una ciudad diferente.
Durante un fin de semana oftalmólogos, optometristas y otros especialistas,
junto con muchas personas voluntarias,
revisan la vista y el oído
a personas con discapacidad intelectual y a otros colectivos

El año pasado “Ven y Verás” se celebró en Bilbao.
Participaron más de 90 personas voluntarias,
que miraron la vista y el oído a 426 personas.
De estas personas 275 necesitan gafas
y la asociación se las ha regalado.

Antonio dice que es muy importante hacer revisiones de la vista,
y que muchas veces a las personas con discapacidad no les miran.
También dice que para hacer estas revisiones hay que adaptar el entorno.
Por ejemplo, crear un ambiente tranquilo y usar los test sencillos.
Además, dice que es importante que los profesionales estén formados
en tratar a personas con discapacidad.

 

 

 

 

Antonio C. García Ruiz, Presidente de la asociación Abre sus Ojos

Abre sus Ojos es una asociación, sin ánimo de lucro, que persigue fomentar la autonomía de las personas con discapacidad intelectual y de otros colectivos, a través de acciones que mejoran su salud ocular. Uno de sus proyectos con mayor impacto social es “Ven y Verás”, un evento de dos días que cada año se celebra en una ciudad diferente, y que mueve a casi un centenar de personas voluntarias. En el último, celebrado en Bilbao, revisaron la visión y audición de 426 personas, de las cuales 256 llegaron a través de FEVAS Plena inclusión Euskadi. En esta entrevista, García, además devalorar “Ven y Verás Bilbao”, pone el acento en la importancia de revisar la salud ocular de las personas con discapacidad intelectual y en la necesidad de adaptar el entorno.

¿Cómo surge la idea de crear la asociación Abre sus Ojos y el proyecto “Ven y verás”?

En 1997 llega el programa “Opening Eyes” de Estados Unidos, en el marco de los eventos deportivos organizados por Special Olympics, donde se nos propone a un grupo de optometristas la posibilidad de graduar la vista a los deportistas. Continuamos realizando este proyecto de voluntariado durante dos o tres años, pero nos dimos cuenta de que el proyecto no crecía, porque siempre se revisaba a las mismas personas, que practicaban diferentes deportes. Por ello, en 1999 decidimos crear Abre sus Ojos, para ampliar el abanico de actuación, aunque seguimos colaborando con Special Olympics.

Entonces, algunos de los fundadores de la asociación empezamos a trabajar en nuevas iniciativas. Y así, en 2004 organizamos el primer evento “Ven y Verás”, en Madrid, con el objetivo de mejorar la calidad de vida, mejorando la visión, de colectivos que podían estar en situación de vulnerabilidad: personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental, en riesgo de exclusión social, etc. Y donando las gafas a todas las personas que las necesitaban. “Ven y Verás” ha evolucionado, al principio solo participábamos optometristas y voluntarios, y con el paso del tiempo se han unido audioprotesistas, oftalmólogos, terapeutas ocupacionales… Nuestros socios aumentan cada año.

En 2023, Bilbao acogió este evento, ¿qué valoración hace? 

Muy positiva. En dos días revisamos a 426 personas, y ha habido implicadas más de 90 personas voluntarias: especialistas de la visión y la audición, entre ellos, un voluntario diseñó un programa informático específico para Abre sus Ojos, hay voluntarios que hacen labor administrativa, gestionando las citas y  los contactos con los centros. Otros recepcionan a los participantes y les asignan una persona voluntaria responsable que se encarga de que pasen por todas las pruebas de visión y audición: graduación, fondo de ojo, presión intraocular, revisión del canal auditivo y del tímpano, etc. Y, por último, el voluntariado que muestra las gafas y las elije junto con los participantes.

En definitiva, nuestra valoración es muy buena, la mayoría de las personas citadas acudieron, cuando lo habitual es que falten un 20-25%, este no ha sido el caso. Seguramente es de las veces que menos gente ha fallado.También ha sido uno de los eventos en los que más personas hemos revisado, y hemos entregado 275 gafas. Las últimas recientemente, porque necesitaban unas graduaciones muy altas y había que fabricar las lentes de forma especial.

Estas iniciativas inciden en el derecho a la salud de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. En este sentido, ¿qué aspectos deben tenerse más en consideración?

A lo largo de estos años hemos constatado que prácticamente lo último que se les revisa a las personas con discapacidad intelectual es la vista, y muchas tienen problemas o patologías más “urgentes”, pero un gran porcentaje tiene problemas visuales. Su esperanza de vida ha aumentado mucho en estos años,  y realizan actividades para las que necesitan gafas. Los mayores de 40 años, como cualquier persona, presentan presbicia, por lo que las actividades en visión próxima se dificultan mucho. Algo a lo que no se presta mucha atención. En los eventos “Ven y Veras”, una gran mayoría de gafas que hacemos son para ver de cerca. Además también hay un porcentaje relativamente grande de graduaciones complicadas, abundan la hipermetropía y las altas miopías y astigmatismos.

¿Qué adaptaciones realizan para que la experiencia de las personas participantes en “Ven y Verás” sea positiva?

Para Abre sus Ojos la adaptación del entorno y de los test es fundamental. Intentamos crear un ambiente relajado y lúdico, aunque esto depende mucho de cada participante. Por desgracia, en muchas ópticas no hay test adaptados, solo tienen test de letras o números, así que cuando aparece una persona que presenta dificultades en la lectura o dificultades para expresarse, la revisión se complica. Dicen que no colaboran y sí colaboran, lo que sucede es que el entorno no es accesible para graduar su visión, o necesitan más tiempo o dedicación.

Nosotros tenemos un test sencillo, con círculos, cuadrados, casas… y no necesitamos que la persona hable. Es suficiente con que señale en el test que tiene en la mano. Por otra parte, tenemos la suerte de que nuestros colaboradores nos ceden aparatos de última generación. Les pedimos que, si es posible, sean de uso manual, que no vengan montados en mesas, ya que pueden suponer una barrera para las personas que usan sillas de ruedas, porque no pueden meterla debajo, o es difícil colocar la barbilla en la mentonera.

¿Los y las profesionales tienen formación en la atención a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo? 

En nuestro caso, sí. Hemos hecho mucha formación y también hemos impartido. Es fundamental y necesaria, aunque todavía falta. No creo que sea por dejadez o falta de interés, sino porque al tratarse de un porcentaje pequeño de población, no compensa la inversión. También es una pena que en la sanidad pública no haya optometristas, esto sería un gran avance para la valoración de estas personas. Si los hubiera las cosas cambiarían a mejor, ya que se trabajaría de un modo multidisciplinar junto con oftalmólogos, terapeutas y trabajadores sociales.

Asociación Abre sus ojos

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